Vol – 2 No. 2, Julio - Diciembre 2021
mujer rural, pero por otro lado vemos desde el trabajo de campo realizado el contraste
de la realidad cotidiana con la información rastreada sobre ello.
En el proceso de investigación, se revisaron los acuerdos municipales relacionados con
la mujer rural y la soberanía alimentaria del municipio de Anorí, al igual que las
ordenanzas del departamento de Antioquia y los decretos con fuerza de ley en Colombia,
así como las leyes nacionales relacionadas con la ruralidad y mujer rural. El análisis de
esta información se refleja en el cotejo los saberes y las prácticas de soberanía
alimentaria en relación con las políticas públicas, así como la generación de información
a nivel nacional e internacional identificada en la revisión documental.
Dividimos en dos grandes apartados la información generada, de los cuales podemos
decir que: primeramente, se realizó un rastreo documental amplio en el cual se identificó
que la triple discriminación ha sido una constante en la reproducción del discurso de
dominación, sin embargo, el acercamiento con las mujeres rurales de la zona carretera
principal dan cuenta de ser administradoras de sus fincas y las jefes del hogar por encima
de no contar con la titulación de las tierras o financiación para trabajar sobre estas. En
la investigación se buscaban pistas sobre procesos emergentes alternativos o no para
cotejar la información sobre los procesos institucionales y gubernamentales enfocados
en la mujer rural, finalmente el camino nos llevó a esas mujeres que, sin ser lideresas o
parte de un proceso organizado, tuvieran una iniciativa relacionada con la siembra y el
trabajo de la tierra como enunciación de resistencia.
Seguidamente, se identifica a nivel nacional, departamental y local una tendencia en la
incorporación del enfoque de género en la legislación e intervención , para afinar esta
se crea la ley 731 en 2002, y con ella nacen múltiples proyectos y programas aplicados
a nivel local, departamental y nacional, los cuales son encaminados al crecimiento e
independencia económica, aunque irónicamente son estos mismos los que condicionan
la autonomía de las participante como fue identificado en las entrevistas realizadas.
Finalmente, no identificamos acuerdos municipales durante nuestro periodo de interés,
que permita la participación activa de las mujeres rurales en actividades autónomas y de
interés, no obstante, en el municipio hay una importante presencia de corporaciones que
financian los proyectos productivos que hemos mencionado en apartados anteriores.
En segundo lugar, en el territorio no se evidencian cultivos a gran escala de los cuales
sean dueños grandes empresas multinacionales o nacionales, sin embargo se encuentra
un aprovechamiento constante de la tierra, solo en una de las visitas la participación de
la mujer en la finca es inactiva desde el aprovechamiento y el trabajo de la tierra, pero
resalta su participación organizacional siendo parte de la AMMUAM,
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lo cual le ha
permitido recorrer el territorio nacional; las otras cuatro mujeres participan activamente
en los proyectos ofertados por la UMATA
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y Corantioquia, se evidencia una red de
vecindad que permite la circulación constante de la información.