https://revistacuantica.iescinoc.edu.co/index.php/rcq/
Vol – 2 No. 2, Julio - Diciembre 2021
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Economía campesina y sustitución voluntaria de cultivos de
uso ilícito, municipio de Briceño (Antioquia)
Peasant economy and voluntary substitution of crops for illicit use, municipality of
Briceño (Antioquia)
Patricia Salas Valencia
Magister en Desarrollo
Universidad Pontificia Bolivariana
Bogotá, Colombia
ptcsalas@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1090-3388
José Roberto Álvarez Múneran
PhD en Ciencias Sociales
Universidad Pontificia Bolivariana
Bogotá, Colombia
joseroberto.alvarez@upb.edu.co
https://orcid.org/0000-0003-3550-7015
RESUMEN
El conflicto armado, la crisis del modelo agrario y la expansión de los cultivos de uso
ilícito en Colombia ha producido una reconfiguración del territorio, reflejada en la
economía campesina y la transformación de las prácticas productivas en la ruralidad.
Tal es el caso del corregimiento de Pueblo Nuevo, municipio de Briceño (Antioquia), el
cual sufrió la expansión de los escenarios de conflicto armado que afectaron su
economía campesina, desplazada en la búsqueda de una actividad que garantizara un
mínimo de riqueza, sufriendo transformaciones violentas en las relaciones económicas,
sociales y culturales.
Recibido Julio 2020 – Aceptado Noviembre 2020
Quántica. Ciencia con impacto social
Vol – 1 No. 1, Enero - Junio 2021
e-ISSN: 2711-4600
Pgs 66-77
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En este sentido, la investigación buscó comprender cómo se ha dado la economía
campesina en el marco del Acuerdo de Paz de La Habana, específicamente el proceso
de sustitución de cultivos de uso ilícito en Pueblo Nuevo y su relación con la
construcción social del territorio en el periodo 2016-2019. Esta se abordó desde la
economía campesina y profundizó las principales categorías interpretativas
latinoamericanas donde se muestran su evolución, permanencia y configuración de
contextos rurales particulares, los cuales vinculan los cultivos de uso ilícito como
alternativa a los procesos productivos tradicionales.
En este contexto se reconoce la persistencia de los sistemas de producción tradicional
en el mundo contemporáneo como alternativa para la reconfiguración de los territorios
rurales, la búsqueda de la paz y la afirmación colectiva de los campesinos en Pueblo
Nuevo como sujetos con profundo arraigo en su territorio y formas de producción, al
igual que con los procesos de memoria como consecuencia de la vivencia del conflicto.
Palabras clave: economía campesina, desarrollo territorial rural, cultivos de uso ilícito,
construcción del territorio.
ABSTRACT
The armed conflict, the crisis of the agrarian model and the expansion of illicit crops in
Colombia has produced a reconfiguration of the territory, reflected in the peasant
economy and the transformation of productive practices in rural areas. Such is the case
of the town of Pueblo Nuevo, municipality of Briceño (Antioquia), which suffered the
expansion of the armed conflict scenarios that affected its peasant economy, displaced
in the search for an activity that guaranteed a minimum of wealth, undergoing
transformations violent in economic, social and cultural relations.
In this sense, the research sought to understand how the peasant economy has developed
within the framework of the Havana Peace Agreement, specifically the process of
substitution of crops for illicit use in Pueblo Nuevo and its relationship with the social
construction of the territory in the period 2016-2019. This was approached from the
peasant economy and deepened the main Latin American interpretative categories
where their evolution, permanence and configuration of particular rural contexts are
shown, which link illicit crops as an alternative to traditional productive processes.
This context, the persistence of traditional production systems in the contemporary
world is recognized as an alternative for the reconfiguration of rural territories, the
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search for peace, and the collective affirmation of peasants in Pueblo Nuevo as subjects
with deep roots in their territory. and forms of production, as with memory processes as
a consequence of experiencing the conflict.
Keywords: peasant economy, rural territorial development, illicit crops, construction of
the territory
1. Introducción
Actualmente, Colombia está en medio de un pos-acuerdo derivado del proceso de paz
firmado en el año 2016 entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP1 para
la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, con lo cual
se busca cerrar un ciclo histórico de confrontación armada. En esta transición, resulta
fundamental el cumplimiento de lo pactado en el acuerdo de paz de 2016 para garantizar
la reconstrucción del país, toda vez que los conflictos no terminan con la dejación de las
armas.
La implementación del acuerdo se convierte entonces en una oportunidad para
territorios rurales que han servido como escenarios del conflicto armado. Tal es el caso
del corregimiento de Pueblo Nuevo (municipio de Briceño), ubicado en la subregión
norte del departamento de Antioquia donde por 20 años se desencadenaron
confrontaciones y disputas por el valor estratégico del territorio, así como situaciones
propias de la guerra que propiciaron cambios en el orden local y vincularon la
transformación de sectores estratégicos como el productivo tradicional.
Así, la coca produjo una modificación sustancial en las dinámicas productivas de los
cultivadores y en la vida cotidiana en el corregimiento y representó para los campesinos
una particular experiencia de acumulación de capital. Por otro lado, constituyó una
escuela de formación técnica en la transferencia del conocimiento y prácticas
agronómicas por su cercanía y relación con procesos tradicionales de producción
agropecuaria en materia operativa, cultural y de gestión, vinculados con los saberes
tradicionales que reemplazaron la ausencia de patrones modernizantes en el sistema de
producción inicial (siembra y recolección) y algún tipo de trabajo de gestión colectiva
(asociatividad).
El momento por el que pasa el desarrollo rural desde la implementación de los acuerdos,
específicamente el PNIS exigió un abordaje para comprender cómo se ha dado la
economía campesina en el marco de los acuerdos de La Habana, específicamente en el
proceso de sustitución de cultivos de uso ilícito en Pueblo Nuevo y su relación con la
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construcción social del territorio en el periodo 2016-2019. Este vincula la economía
campesina, la cual muestra los elementos determinantes históricamente, así como su
evolución, permanencia y recomposición en contextos rurales particulares, vinculados
con los cultivos de uso ilícito como alternativa a los procesos productivos tradicionales
bajo las lógicas de uso y aprovechamiento de la tierra, gestión de la unidad rural y su
relación con el mercado.
Este abordaje vincula, además, los enfoques teóricos del desarrollo territorial rural, los
cuales favorecen la comprensión sobre el corregimiento de Pueblo Nuevo, donde se
desarrolla el estudio. Este ha sido intervenido por grupos que le han dado unas
connotaciones específicas de necesario conocimiento, comprensión y valoración,
considerando que el territorio lo definen y lo significan procesos sociales hace más de
20 años y sobre el cual fue realizada una aproximación en el trabajo de campo.
Parte del compromiso asumido en la tesis es socializar los resultados en contextos
académicos y profesionales más amplios para que el país conozca una versión de lo que
ocurrió en el municipio de Briceño en el cual se posibilitó un ejercicio de paz con centro
en el desarrollo del PNIS. Finalmente, este trabajo se realizó en el marco de la Maestría
en Desarrollo de la Universidad Pontificia Bolivariana y sobre el cual se obtuvo una
calificación sobresaliente con posibilidades de acceder a mención honorifica
El propósito de la investigación realizada es comprender la economía campesina en el
municipio de Briceño, corregimiento de Pueblo Nuevo, en el contexto de la sustitución
voluntaria de cultivos de uso ilícito y la construcción social del territorio en el periodo
2016-2019, logrando conocer la experiencia del corregimiento de Pueblo Nuevo frente
al establecimiento y sustitución de los cultivos ilícitos durante el periodo 1999-2016,
que permite detallar el proceso de transformación y fortalecimiento de la economía
campesina en el corregimiento de Pueblo Nuevo desde el proceso de sustitución
voluntaria de cultivos de uso ilícito durante el periodo (2016-2018), logrando esbozar a
partir de la sustitución voluntaria de cultivos la construcción social del territorio en el
corregimiento de Pueblo Nuevo.
La economía campesina inicia su debate en América Latina desde mediados de siglo
XX, cuando fue evidente que el desarrollo del capitalismo no habría logrado
homogenizar las relaciones sociales de producción en el seno de la agricultura. Sin
embargo, la promoción de la modernización como modelo de desarrollo en los
continentes subdesarrollados produjo una herencia compleja desencadenante de una
desvalorización relativa del campesinado, la cual afectó su reconocimiento social y la
construcción de su propia subjetividad.
70
En su caracterización, Schejtman (1980), al igual que Vargas (1987), Machado (1993)
y Bejarano (1998), identifican la economía campesina como las unidades subfamiliares
con bajos niveles de modernización y acceso en sus modos de producción, situación,
que promueve la dependencia de fuentes de ingreso externas, especialmente de trabajo
asalariado. En consecuencia, esta economía es toda casi exclusivamente productora de
alimentos de consumo directo, cuyo excedente se transversaliza por relaciones de
intercambio desfavorables para los productores, imposibilitando la generación de
mayores niveles de renta que representen a una emergente clase rural media.
Desde lo anterior, Pérez (2001) destaca la pérdida relativa de la significación económica
y social de los sectores primario y secundario en lo rural y en la cual hay privilegio de
actividades como las extractivas, las agroindustriales, de infraestructura y los cultivos
ilícitos. En este contexto de profundos cambios, Berry (2017) realiza una apuesta al
observar cómo la economía campesina puede posicionarse cómo un sector de valor
estratégico en la búsqueda de la paz y equidad en el país
Para Berry (2017), el sector formal hoy en día ofrece empleo a menos de la mitad de la
fuerza de trabajo y ese empleo formal aumenta lentamente. Por esta razón, es inevitable
concluir que en las próximas décadas en Colombia el sector informal tendrá la
posibilidad de ofrecer entre 40 % y 50 % de los empleos del país. De este hecho se
deduce la gran importancia de la productividad de la economía campesina para
revalorizar así a “los campesinos como un potencial estratégico para la nación. A pesar
de su debilitamiento, en los registros más recientes los campesinos aún sostienen una
participación relevante en la oferta alimentaria” (Fajardo, 2018, p. 38).
El desarrollo Territorial Rural históricamente las estrategias de desarrollo rural
estuvieron marcadas por diversos paradigmas que obedecían mayoritariamente a la idea
de tierra y agricultura. Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia estas apuntan a
enfoques territoriales que atienden según Lambí (2012), una diversidad de agendas, en
las cuales el territorio se convierte en objeto de focalización de las estrategias
económicas sociales y políticas de la ruralidad.
Schejtman y Berdegué (2004) plantean el DTR como un enfoque que permite proponer
cambios significativos en las estrategias de desarrollo rural, definiéndolo como un
proceso de transformación productiva e institucional de un espacio rural determinado,
cuyo fin es reducir la pobreza rural. Para Llambí (2012), al igual que Schejtman y
Berdegué (2004), el enfoque territorial de desarrollo rural incorpora el análisis de los
vínculos existentes entre el contexto biofísico, los sistemas de producción de bienes,
servicios y las sociedades rurales, vínculos mediados por las instituciones reguladoras
de los mercados, el Estado, las agencias paraestatales y las organizaciones de la sociedad
civil.
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Los territorios, según Mancano (2013), se reconocen como espacio de vida, instituido
por sujetos y grupos sociales que se afirman por medio de él, convirtiéndose en el ámbito
en que el campesinado despliega su estrategia de reproducción, apropiándoselo,
transformándolo y construyéndolo a partir de las contradicciones, los conflictos, las
disparidades de las condiciones naturales, las instituciones y las economías. Estos
territorios son heterogéneos y organizados a partir de diferentes relaciones sociales para
su existencia, precisando desarrollar las dimensiones de la vida.
La construcción social del territorio es un proceso dinámico desde el cual los cultivos
ilícitos están reconfigurando los territorios rurales y de manera sustancial los sistemas
de producción, los usos del agua, las prácticas agrícolas y las relaciones sociales, de
acuerdo con el sujeto individual o colectivo que lo vivencia desde sus propias
condiciones de poder, de ubicación social, de género, de edad y de etnia (Velásquez y
Ferro, 2009, p. 30), que han definido la construcción social del territorio e influenciado
lo rural desde aspectos como la economía campesina y el territorio.
.
2. Materiales y métodos
El paradigma de esta investigación es el cualitativo, el enfoque metodológico empleado
es el hermenéutico fenomenológico, el cual “se enmarca en la comprensión e
interpretación frente al fenómeno determinado; lo que supone un rescate de los
elementos del sujeto por sobre aquellos hechos externos a él” (Carcamo, 2005, p. 211).
En este sentido, la investigación toma el proceso de interpretación como eje central del
análisis.
La selección de los sujetos participantes fue de 13 campesinos referentes del proceso de
sustitución de cultivos ilícitos, con experiencia de más de 10 años de vida en el territorio
de estudio, con representación de arraigo e identidad socio territorial, experiencia en el
proceso de transición de cultivos tradicionales a la coca y liderazgo. Esta se desarrolló
en dos momentos, el primero sobre la revisión y análisis documental y trabajo de campo
en el cual se emplearon varias técnicas de recolección de información apoyadas en la
etnografía particularista, con base en entrevistas semiestructuradas.
Adicionalmente la investigadora levantó un diario de campo, con el cual se registró la
experiencia cotidiana en terreno que comprendían trabajos en sus unidades productivas,
hogares y la ampliación de algunos elementos contextuales alrededor de la economía
campesina evidenciados en una serie de fotografías que dan cuenta de la participación
72
en espacios propios del PNIS, trasformaciones territoriales y algunos cambios en las
unidades productivas.
La información recolectada a través de las técnicas e instrumentos de recolección de
información fue categorizada a través de una matriz en sistema de información,
particularmente Excel. Esta fue organizada en una matriz categorial sobre la
información obtenida en diálogo con los campesinos. Cada categoría tenía un conjunto
de preguntas realizadas a los entrevistados para tener una visión general sobre los
aspectos de la economía campesina, el proceso de sustitución y la construcción social
del territorio. En algunos momentos, dada la característica específica de la técnica de
información utilizada, se formularon preguntas complementarias ante asuntos que
emergieron en el diálogo y eran de interés para la investigadora profundizar. Igualmente
pasó con los elementos de conceptualización teórica, los cuales, interrelacionados,
posibilitaron la comprensión en profundidad de las situaciones estudiadas.
El plan de análisis tuvo dos momentos, uno descriptivo a partir del uso de una primera
base de datos con todas las comunicaciones de los entrevistados en su forma natural. En
el segundo, se realizó una segunda base de datos, en la cual se recodificó la información
mediante unidades de interpretación para agrupar algunas categorías claves y,
posteriormente, algunos asuntos comunes donde se extrajeron las frases más
significativas y representativas de la situación de los campesinos.
3. resultados
Este estudio aborda un tema actual de la historia del país marcada por el hecho
fundamental de la implementación del Acuerdo de Paz de 2016. Este, exige una amplia
reflexión sobre los factores que influyeron en municipios productores de coca como
Briceño y su corregimiento Pueblo Nuevo, así como la pertinencia y la revisión de
condiciones del contexto territorial y de desarrollo sobre las cuales surgen los procesos
de trasformación productiva marcados por el desplazamiento de la economía tradicional
campesina.
El estudio orientado por esta investigación apunta al corregimiento de Pueblo Nuevo
del municipio de Briceño (Norte de Antioquia) con 8.702 habitantes, de los cuales el 40
% habita en la zona urbana y el 60 % vive en el área rural (Alcaldía de Briceño, 2019).
La población de Briceño presenta características de baja densidad poblacional en
algunas zonas y asentamientos dispersos de difícil acceso. La figura 1 muestra su
ubicación geográfica:
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Figura 1. Ubicación geográfica – Mapa administrativo del municipio de Briceño.
Fuente: IGAC, 2020, digitalizó Fernando Cortés.
Desde el 2002 Briceño sufrió la expansión de los escenarios de conflicto, los cuales
generaron más de 3.048 víctimas (Unidad para las Víctimas, 2018), quienes han sido
objeto de acciones criminales como minas antipersonas, homicidios, confinamientos,
despojos y desplazamientos forzados (Fajardo, 2002), situación con un efecto crucial
sobre el relativo estancamiento del sector agropecuario representado en el abandono de
la tierra.
Las características territoriales del municipio de Briceño, específicamente el
corregimiento de Pueblo Nuevo, son variadas en relación con la economía como
elemento indispensable en la reproducción social del campesinado, en particular, su
aporte en el ingreso económico. Estas actividades en el corregimiento confluían
históricamente sobre la base de la economía campesina, definida como aquel sector de
la actividad agropecuaria nacional, donde el proceso productivo es desarrollado por
unidades de tipo familiar, con el objeto de asegurar, ciclo a ciclo, la reproducción de sus
condiciones de vida y de trabajo o la proliferación de los productores y de la propia
unidad de producción (Schejtman, 1980, p. 123).
Sin embargo, la economía campesina sustentada sobre la producción tradicional fue
desplazada en la búsqueda de un mecanismo garante de acumulación, como respuesta a
la poca rentabilidad de los cultivos tradicionales, situación que permitió la introducción
a su sistema productivo de los cultivos ilícitos (siembra y procesamiento de hoja coca).
Según Reyes (2013), la coca es el único producto integrado a cadenas eficientes de
comercio, dirigidas al mercado internacional, capaz de crear valor para los campesinos
y empresarios del narcotráfico.
74
Esta compleja situación está relacionada con una variedad de factores y circunstancias
históricamente determinadas por características sociales, económicas, políticas y
culturales reflejadas particularmente en la problemática agraria, como resultado de las
tendencias impuestas en los años ochenta y noventa en la política económica, como el
manejo macroeconómico, en particular, la revaluación del peso, la apertura económica,
el cambio climático y los impactos del conflicto armado (Fajardo, 2002, p. 4).
Según Loaiza, Y. L., & Perdomo, M. F. P. (2021) permite reconocer como la
visibilizarían de la trayectoria y los componentes formativos son asociados a las
dinámicas sociales y culturales de cada actor, otro elemento para considerar en la
dinámica territorial del corregimiento de Pueblo Nuevo, relacionada con la economía
campesina, es el acceso y la tenencia de la tierra. Esta está determinada por una alta
informalidad en los derechos de propiedad, ampliación constante de la frontera agrícola
y proliferación de los minifundios (pequeñas propiedades), no suficientes para
emprender un proyecto productivo rentable. Predios que en su constitución son de 1 a
10 hectáreas (has) en promedio (Líder de Unidad de Paz y Posconflicto, comunicación
personal, agosto de 2017)
1
.
Adicionalmente, la entrada de la coca puso en riesgo la seguridad alimentaria en el
corregimiento por la tendencia al monocultivo el cual ocasionó una profunda
dependencia de los ingresos de esta actividad (Cruz y Chaparro, 2017, pp. 47, 48). La
bonanza cocalera produjo no cultivar más el pan coger por parte de los campesinos para
comprar la gran mayoría de los alimentos básicos, solidificando la pérdida de vocación
productiva, así como el encarecimiento del costo de vida.
Algo semejante ocurre con la oferta de bienes públicos por parte del Estado en territorios
como el municipio de Briceño. Estos son objeto de discriminación, al tener presencia de
una actividad ilegal perseguida por las instituciones públicas. La presencia de cultivos
las convierte en objeto de políticas represivas, apoyadas por la comunidad internacional
y el Estado central, presencia reducida a la de las fuerzas armadas para reprimir dichas
actividades (Cruz y Chaparro, 2017, p. 35). La provisión de bienes públicos esenciales
como la infraestructura vial, escolar y la salud han quedado rezagados en el
corregimiento
Por lo tanto, el territorio es factor clave para la promoción de políticas de desarrollo
rural, políticas ambiciosas resguardadas hoy tras la firma del acuerdo de paz entre la
guerrilla de las FARC-EP y el Gobierno de Juan Manuel Santos. Este acuerdo tiene entre
sus objetivos principales transformar de manera estructural el campo para impulsar el
desarrollo del país. Briceño hace parte de este ambicioso proyecto al ser objeto de
1
Estos datos son de difícil profundización, debido a la carencia de información institucional detallada
como la existencia de un catastro actualizado.
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múltiples pilotos derivados del acuerdo de la Habana como el desminado humanitario,
formalización de la propiedad rural y el Programa de Sustitución Voluntaria de Cultivos
de uso Ilícito, el cual ha erradicado el 97 % de la hoja del municipio.
Dicho de otra manera, hay una renovación retórica, la cual todavía no se refleja en
transformaciones institucionales ni en métodos e instrumentos utilizados para la
reconversión productiva sostenible en territorios como el corregimiento de Pueblo
Nuevo. En este orden de ideas, y siguiendo el curso de esta investigación, la pregunta
síntesis del planteamiento del problema es: ¿Cómo ha sido la economía campesina en el
municipio de Briceño, corregimiento de Pueblo Nuevo, en el contexto de la sustitución
voluntaria de cultivos de uso ilícito y su relación con la construcción social del
territorio?
En Colombia, ha habido poco reconocimiento de la importancia del mundo rural para el
desarrollo del país. Sin embargo, la firma del acuerdo de paz ha traído al debate público
la transformación del campo como tema fundamental para la salida del conflicto armado
y el desarrollo rural. Como resultado de esto, existe el programa de sustitución
voluntaria de cultivos ilícitos, como estrategia de desarrollo que promueve alternativas
legales y estables de ingreso a las comunidades rurales. Desde lo anterior, la presente
investigación buscará comprender como ha sido la economía campesina en el municipio
de Briceño, corregimiento de Pueblo Nuevo, en el contexto del proceso de sustitución
de cultivos uso ilícito, y su relación con la construcción social del territorio (2016-2019).
En cuanto a la investigación, justifica su realización en la intención de contribuir a la
construcción de una dimensión integral del desarrollo desde la generación de
conocimiento científico para fortalecer los razonamientos académicos, relacionados con
soluciones a los problemas estructurales de la ruralidad colombiana a partir de la política
pública rural y agraria, porque las políticas dirigidas a la promoción de la economía
campesina insisten en proveer un tratamiento social a la pobreza, sin tener en cuenta las
potencialidades de desarrollo de los territorios y los cambios globales.
La relevancia desde el desarrollo y la construcción de paz territorial surge a partir de la
comprensión motivadora de la problemática rural, la cual aún vincula a municipios
como Briceño a un modelo de desarrollo periférico afectado históricamente por el
conflicto armado, la segregación institucional y los efectos de la dinámica de los cultivos
de uso ilícito, los cuales promueven la presencia de grupos armados legales e ilegales.
Estos elementos han producido una transformación territorial expresada en el
desplazamiento de las prácticas económicas tradicionales del sector rural. En
consecuencia, la investigación se convertirá en un producto guía, sugerente de
lineamientos que las organizaciones de orden internacional, nacional, departamental o
76
local tengan presentes para la comprensión de lo rural como un mundo diverso,
multifuncional y complejo.
4. Conclusiones
El evidente estancamiento de la economía tradicional y la persistencia del conflicto
armado en el corregimiento facilitaron la ruptura de la comunidad con el circuito
económico tradicional, lo cual posibilitó la transición a la economía de los cultivos de
uso ilícito, específicamente la coca, ante su facilidad para la acumulación. Así entonces,
los factores productivos (tierra, mano de obra familiar y conocimiento) se dispusieron
al servicio de la economía de la coca y generaron un cambio en el modelo comercial
propio de los cultivos tradicionales hacia un modelo empresarial motivado por el
rendimiento, la productividad la ampliación de la frontera agrícola para la acumulación,
y en algunos casos desarrollo de tecnologías propias para la trasformación de la hoja de
coca.
Con el cultivo de la coca también llegaron los cambios en las dinámicas sociales del
corregimiento, en su mayoría conflictivas, violentas, de fuerza y relaciones de poder que
desencadenaron confrontaciones y disputas por el valor estratégico del territorio. Como
resultado de esto, los campesinos reconocen un producto que estimuló la violencia,
homicidios, desplazamiento, aislamiento, militarización de la vida cotidiana y miedo, lo
cual transformó drásticamente los valores sociales campesinos de colectividad por
valores individualistas.
Por un lado, el PNIS dotó de contenido a la economía campesina y reconoció la
persistencia de los sistemas de producción tradicional en el mundo contemporáneo como
única alternativa para la reconfiguración de los territorios rurales dispersos, la búsqueda
de equidad y la paz. En este sentido, en los campesinos persisten características
identitarias que resaltan su valor y entrega por las actividades económicas tradicionales
legales vinculadas al conocimiento colectivo, la memoria y los sueños confrontados con
los espacios específicos donde trabajan por amor a la tierra
Por otro lado, se generó un cambio en el campesinado, reafirmándose como sujetos
sociales comprometidos con el cambio territorial desde la sustitución y sin resistencias
fundamentales que impidieran el cumplimiento de lo pactado; por el contrario,
reivindicaron sus luchas históricas alrededor del bienestar integral, la construcción de
paz en el país y en el restablecimiento de las relaciones con el Estado amparados en la
esperanza de tener profundas transformaciones en el territorio.
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Sin embargo, esto contrasta con la ausencia de un acuerdo político nacional a largo plazo
para el desarrollo rural que garantice lo pactado en 2016 y las bases de un pos-acuerdo
sostenible, actualmente afectado por el desinterés del gobierno actual y evidenciado
específicamente en el discurso de estigmatización, desfinanciación de la
implementación que afectó apuestas determinantes como el PNIS, la implementación
de los PDET en el corregimiento y la apertura a viejas ideas como la aspersión aérea y
la erradicación forzada.
Dicho lo anterior, por incumplimientos en el corregimiento prima la ausencia de una
economía suficientemente dinámica para la generación de ingresos de los campesinos,
ante lo cual se estimula el desarraigo y el empobrecimiento de la población. Está
situación permite la entrada para la reaparición de la violencia como factor determinante
en el cambio de las condiciones productivas, algo evidente al momento de recolectar la
información en campo.
Con respecto al marco del desarrollo del desarrollo se evidencian posturas impositivas
históricas que facilitaron la articulación de los campesinos con la dinámica de las
economías ilícitas. En consecuencia, se plantean otras formas como alternativas de
desarrollo propuestas para vincularlos con el mundo legal y el proyecto nacional. Estos
modelos de alguna manera reconocen unas variables de procesos alternativos o modelos
de desarrollo que durante los últimos años han sugerido hacer énfasis en las
explicaciones culturales y sociológicas del desarrollo humano.
El PNIS debe ser una apuesta articulada al proyecto político nacional, para alcanzar el
desarrollo rural integral y transformar las actuales condiciones de los territorios rurales
inmersos en innumerables modificaciones retoricas que no orientan las determinaciones
prácticas para el cambio.
Políticas como el PNIS, deben contar con un acompañamiento social a largo plazo con
los campesinos comprometidos en esta tarea y con un amplio liderazgo de actores
locales (departamentos, municipios). Teniendo en cuenta que estos al quedar en un
escenario de incertidumbre experimentan una deslegitimación más profunda del Estado.
Es necesario seguir pensando alternativas para proteger las bases sobre las cuales se
construye el modelo de organización social y política campesina en el marco de
iniciativas como el proceso de sustitución de cultivos.
El proceso de investigación marca un punto de partida para entender otros fenómenos
alrededor de la economía campesina y las profundas transformaciones contemporáneas,
que pasan por entender nuevos fenómenos como el cambio climático, extractivismo,
78
necesidad sobre la productividad sustentable, mercados emergentes, fallas estructurales
del aparato estatal y sus posibles consecuencias sobre las formas de producción
tradicional.
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