
La invisibilización del trabajo de las mujeres rurales, es uno de los aspectos críticos en
la desigualdad de género en los países de América Latina (CEPAL, 2019). Los
resultados en las encuestas de uso de tiempo en la región, revelan que la mayor parte de
las mujeres rurales son invisibles para las estadísticas oficiales debido a que aparecen
como población inactiva dentro de la medición del empleo formal, esto corrobora que
las mujeres rurales realizan múltiples actividades que son consideradas como trabajos
invisibles, puesto que participan del trabajo no remunerado o producen para el
autoconsumo en el hogar (CEPAL, 2019, p.41), dichas labores están dirigidas al cuidado
de huertas y animales, recolección, procesamiento y cocción de alimentos, cuidado de
niños y personas mayores, en jornadas promedio de doce horas (Ballara, Damianovic,
& Parada, 2010, p. 7). Estas tareas más que caracterizar un trabajo que implica,
laboriosidad, conocimientos, cualidades y competencias, al mismo tiempo esta
precedido por la explotación y la segregación laboral, lo cual se deriva en empleos
precarios, mal pagos y con poco acceso a capacitación; a pesar de que gran parte de la
población de mujeres rurales de America Latina viven en estas condiciones, ellas
representan 20% de la fuerza laboral agrícola (Nobre, Hora, Brito, & Parada, 2017, p.
1).
La naturaleza del trabajo de las mujeres rurales, y en particular del objeto de estudio de
la presente investigación (trabajo de alimentadoras), tiene como antesala un contexto
laboral enmarcado en condiciones de Invisibilización, derivado en segregación,
inequidad y precariedad. Un trabajo que superpone las esferas productivas,
reproductivas y de cuidado en fronteras que apenas son perceptibles entre sí, porque
siendo un trabajo que genera réditos económicos y bienestar a miembros de la sociedad
(y por ende susceptible de remuneración), está insertado en la esfera del hogar sin poder
escapar de las labores domésticas. Tal y como se ha descrito hasta el momento, el trabajo
de las alimentadoras no solo se enfoca en el suministro de alimentos, es también la suma
de actividades tendientes a la reproducción de la vida, asignadas social y culturalmente
a las mujeres, razón de su invisibilidad. Ante este panorama, se generan las siguientes
preguntas de investigación: ¿Cuáles son las situaciones de invisibilidad que rodean su
trabajo? ¿Cuáles son las implicaciones que tiene esta situación en sus condiciones de
vida?, ¿De qué manera opera la ideología que acompaña estas situaciones? ¿Cuáles son
los aportes, económicos, sociales culturales y afectivos que realizan a la caficultura?
En la ruralidad, las labores reproductivas y de cuidado inherentes a la creación de fuerza
de trabajo y que son necesarias para el sostenimiento de las sociedades, están asignadas
históricamente a las mujeres, pero en muchos casos si la mujer rural realiza labores
productivas tendientes a la creación de riqueza, estas pueden ser reconocidas como
reproductivas, sobre todo para aquellas labores que ella realiza en el hogar. Esta falta de